Escisión de Sociedades Mercantiles: Guía Completa y Actualizada

Escisión de Sociedades Mercantiles: Guía Completa y Actualizada

¿Tu empresa ha crecido y necesitas tener un mayor control sobre sus operaciones?
La escisión de sociedades mercantiles es una estrategia que responde precisamente a los objetivos de expansión y reorganización empresarial. Su finalidad no solo es favorecer el crecimiento, sino también mantener el control total de la compañía y separar determinadas áreas o actividades.

Este proceso consiste, en esencia, en dividir determinados activos y operaciones de la empresa matriz para trasladarlos a una o varias sociedades nuevas o ya existentes. Así, se logra aislar el riesgo del negocio principal, protegiendo el patrimonio empresarial.

La escisión actúa como una herramienta preventiva y estratégica para blindar activos clave frente a posibles contingencias, optimizar la gestión y mejorar la eficiencia operativa.

Si aún no tienes claro en qué consiste esta figura jurídica y cómo puede beneficiar a tu empresa, a continuación te lo explicamos en detalle.

Podemos ayudarte.

En Ródenas Abogados somos abogados especialistas en derecho mercantil. Si necesitas un despacho con amplia experiencia en escisión de empresas, contacta con nosotros e infórmate sin compromiso. 

Tabla de contenido

¿En qué consiste la escisión de sociedades mercantiles y cómo se regula legalmente?

La escisión de sociedades mercantiles es una operación jurídica mediante la cual una empresa divide su patrimonio en dos o más partes, que se transfieren a otras sociedades, ya existentes o de nueva creación. Esta división tiene como objetivo redistribuir los activos y actividades empresariales, facilitando una mejor gestión, control o especialización de las diferentes áreas del negocio.

El proceso se realiza mediante el mecanismo de sucesión universal, lo que implica que las sociedades beneficiarias adquieren automáticamente los activos y pasivos asignados, sin necesidad de liquidar la sociedad escindida.

A cambio, los socios de la empresa original reciben acciones o participaciones en las nuevas entidades que reciben parte del patrimonio. Es importante destacar que la escisión no implica la disolución con liquidación de la empresa escindida, sino que sus recursos se reorganizan y se integran en otras estructuras societarias.

Este tipo de operación está regulado legalmente en España por los artículos 68 a 80 de la Ley 3/2009, de 3 de abril, sobre Modificaciones Estructurales de las Sociedades Mercantiles, que establece el marco jurídico aplicable y los requisitos formales que deben cumplirse.

Proceso legal para llevar a cabo una escisión de sociedades: pasos y requisitos

El procedimiento para realizar una escisión empresarial en España sigue un esquema similar al de la fusión de sociedades, aunque presenta ciertas particularidades específicas. A continuación, se detalla el proceso legal paso a paso, conforme a lo establecido en la Ley de Modificaciones Estructurales de las Sociedades Mercantiles (LME):

1. Elaboración del proyecto de escisión

Este documento es el punto de partida del proceso y debe contener obligatoriamente los siguientes elementos:

  • Identificación de las sociedades participantes en la escisión.
  • Tipo de canje de participaciones o acciones entre las empresas implicadas.
  • Justificación económica y financiera de la operación.
  • Efectos de la escisión sobre las aportaciones industriales y prestaciones accesorias, si las hubiera.
  • Derechos especiales que se reconocerán a socios o terceros en las nuevas entidades mercantiles.
  • Posibles beneficios asignados a expertos independientes o auditores.
  • Fecha desde la cual los nuevos socios tendrán derecho a participar en beneficios.
  • Fecha a partir de la cual la escisión será reconocida contablemente.
  • Estatutos de las sociedades beneficiarias, ya sean nuevas o preexistentes.
  • Valoración detallada de los activos y pasivos transmitidos.
  • Fecha de las cuentas anuales utilizadas para fundamentar la escisión.
  • Implicaciones laborales, administrativas y sociales derivadas del proceso.
  • Declaración sobre la aplicación del régimen fiscal especial de neutralidad, en caso de acogerse a él.

2. Informe de un experto independiente

Este informe es obligatorio únicamente en el caso de que participen sociedades anónimas en el proceso de escisión. El profesional designado debe evaluar el proyecto y emitir su dictamen sobre las condiciones del mismo.

3. Elaboración del balance de escisión

El balance de escisión debe integrarse en la documentación cuando alguna de las sociedades participantes esté sujeta a auditoría obligatoria. En este caso, el balance debe estar auditado y reflejar la situación patrimonial que justifica la operación.

4. Aprobación por la Junta General

El proyecto de escisión debe ser aprobado por la Junta General de socios o accionistas de cada una de las empresas implicadas.
Una vez aprobado, el acuerdo debe hacerse público mediante su publicación en el Boletín Oficial del Registro Mercantil (BORME) y, en su caso, en un diario de amplia difusión en la provincia.

5. Comunicación a los trabajadores

Las empresas deben informar debidamente a los representantes legales de los trabajadores sobre la operación de escisión, especialmente en lo relativo a las consecuencias laborales que pueda implicar.

6. Publicación del acuerdo de escisión

Además de su aprobación interna, el acuerdo debe publicarse nuevamente en:

  • Un periódico de gran tirada provincial.
  • El Boletín Oficial del Registro Mercantil (BORME).

7. Otorgamiento de escritura pública

El acuerdo de escisión debe formalizarse mediante escritura pública otorgada ante notario, en la que constarán todos los términos y condiciones pactados entre las sociedades.

8. Inscripción en el Registro Mercantil

La escisión no produce efectos jurídicos plenos hasta que se inscribe en el Registro Mercantil correspondiente. Esta inscripción es esencial para la validez y eficacia frente a terceros.

9. Trámites posteriores a la inscripción

Una vez inscrita la escisión, deben realizarse una serie de gestiones finales, como:

  • Baja fiscal y laboral de la sociedad escindida ante la Agencia Tributaria (AEAT) y la Tesorería General de la Seguridad Social (TGSS).
  • Comunicación de la operación a otros registros o administraciones si procede.

Motivos estratégicos para llevar a cabo la escisión de una sociedad mercantil

A medida que una empresa crece y evoluciona, es posible que surjan nuevas necesidades organizativas que requieran una reestructuración. En este contexto, la escisión societaria se presenta como una herramienta estratégica que permite adaptar la estructura empresarial a los nuevos desafíos operativos, legales o financieros.

Entre los escenarios más comunes que justifican una escisión, se encuentran los siguientes:

1. Protección del patrimonio frente al riesgo empresarial

Uno de los principales motivos es evitar que determinados activos estratégicos, como inmuebles u otros bienes patrimoniales, se vean expuestos a los riesgos inherentes a la actividad comercial. Aunque dichos activos no estén directamente vinculados a la operación diaria de la empresa, al formar parte del patrimonio social, pueden verse afectados por eventuales deudas o responsabilidades. Separarlos mediante una escisión ayuda a aislar el riesgo.

2. Separación de líneas de negocio

Cuando una empresa desarrolla diferentes actividades o unidades de negocio, puede resultar conveniente escindirlas en sociedades independientes. Esto mejora la eficiencia operativa, facilita la gestión especializada y permite evaluar de forma más clara la rentabilidad de cada área.

3. Aplicación de normativas diferenciadas

En ocasiones, las distintas actividades de una empresa se rigen por marcos regulatorios distintos, lo que complica su gestión conjunta. Mediante una escisión, cada nueva entidad mercantil puede adecuarse con mayor precisión al marco normativo que le corresponda, garantizando el cumplimiento legal y reduciendo riesgos sancionadores.

4. Optimización del rendimiento en empresas grandes

En sociedades de gran tamaño, con estructuras complejas, la escisión puede ser clave para reducir complicaciones internas, agilizar procesos y mejorar el rendimiento general. Una estructura más ligera y especializada facilita la toma de decisiones y el control financiero.

5. Resolución de conflictos entre socios

Cuando existen diferencias irreconciliables entre los socios, la escisión permite dividir el patrimonio y trasladarlo a nuevas sociedades, donde cada socio puede asumir el control y gestión independiente de su parte. Este proceso, conocido como ruptura de la sociedad, permite preservar el valor del negocio evitando litigios o bloqueos en la gestión.

Principales características jurídicas de la escisión de sociedades mercantiles

La escisión de sociedades mercantiles es una figura compleja regulada en la Ley de Modificaciones Estructurales (LME), que permite la reorganización patrimonial de una empresa mediante su división en varias entidades. A continuación, se detallan las características jurídicas más relevantes de este proceso:

1. Disolución sin liquidación

Una vez completado el proceso de escisión, la sociedad original se disuelve, pero no se liquida, es decir, no se procede al reparto de su patrimonio entre los socios. En su lugar, los activos y pasivos se transfieren a otras sociedades, y los socios reciben participaciones o acciones en estas nuevas entidades.

2. División del patrimonio

El patrimonio de la sociedad escindida se reparte en dos o más fracciones, lo que implica la creación o el incremento de capital en al menos dos sociedades distintas. Para que el proceso tenga efectos jurídicos sólidos, no se recomienda que el capital transferido se considere una unidad financiera indivisible.

3. Sucesión universal

La escisión se realiza por sucesión universal, lo que significa que el patrimonio se transfiere en bloque y sin interrupción a las sociedades beneficiarias, sean nuevas o ya existentes. Esta característica permite dar continuidad a las relaciones jurídicas de la empresa escindida.

4. Adjudicación proporcional a los socios

Los socios de la sociedad escindida reciben acciones, participaciones o contraprestaciones de las sociedades resultantes. Esta adjudicación se realiza en proporción a su participación en el capital de la sociedad original.

5. Responsabilidad solidaria por el pasivo no adjudicado

Si, tras la escisión, algún elemento del pasivo no se asigna expresamente a una de las sociedades beneficiarias, dicho pasivo no se extingue, y todas las sociedades implicadas responderán solidariamente frente a terceros hasta cubrir el importe correspondiente.

6. Distribución de activos no adjudicados

En el caso de que un activo no sea adjudicado de forma específica a alguna sociedad, deberá repartirse en partes iguales entre todas las entidades resultantes o beneficiarias de la escisión.

7. Responsabilidad solidaria por incumplimiento

Si alguna de las sociedades surgidas de la escisión incumple con las obligaciones derivadas del proceso, las demás sociedades estarán obligadas a responder de manera solidaria, garantizando así la protección de terceros y la seguridad jurídica del proceso.

Clasificación de las escisiones societarias: ¿cuáles son y en qué se diferencian?

La escisión es una herramienta jurídica que permite reorganizar el patrimonio de una sociedad, dividiendo total o parcialmente sus activos y pasivos para transferirlos a otras entidades. Actualmente, el ordenamiento jurídico español contempla tres tipos principales de escisión de sociedades, que se diferencian por el alcance de la transferencia patrimonial y por el destino de los bienes escindidos.

A continuación, se detallan cada una de ellas:

1. Escisión total

En la escisión total, la sociedad transmite la totalidad de su patrimonio a dos o más sociedades, que pueden ser de nueva creación o ya existentes. Como resultado, la sociedad escindida desaparece jurídicamente, aunque no se liquida.

Esto significa que no se realiza una distribución del patrimonio entre los socios, sino que este se transfiere íntegramente a otras entidades, y los socios pasan a tener participación en las sociedades beneficiarias.

2. Escisión parcial

A diferencia de la escisión total, en la escisión parcial solo se transmite una parte del patrimonio de la sociedad original. Esta fracción puede corresponder a una o varias unidades económicas autónomas, y se transfiere a una o más sociedades nuevas o preexistentes.

En este caso, la sociedad escindida continúa existiendo, manteniendo la parte del patrimonio que no ha sido objeto de escisión.

Es importante destacar que, para que pueda llevarse a cabo una escisión parcial, debe existir más de una actividad económica claramente diferenciada dentro de la sociedad, de modo que el patrimonio escindido constituya una unidad operativa viable e independiente.

3. Segregación

La segregación es una modalidad especial de escisión en la que la sociedad transfiere parte de su patrimonio, en bloque, a una o varias sociedades, sin dejar de existir. Lo que la distingue de la escisión parcial es que, en este caso, la sociedad transmitente recibe a cambio acciones, participaciones o derechos en las empresas beneficiarias, y no son sus socios quienes los reciben directamente.

Esta figura permite reorganizar la estructura del grupo empresarial sin alterar directamente la posición de los socios en la sociedad matriz.

Principales beneficios de realizar una escisión societaria

Como ya se ha mencionado, la escisión de sociedades surge como una herramienta legal y estratégica para evitar la desaparición de una empresa en situaciones complejas o para facilitar su reorganización. No obstante, los beneficios de este proceso van mucho más allá de la mera continuidad empresarial. A continuación, destacamos algunas de las ventajas más relevantes:

1. No requiere la liquidación de la sociedad original

Uno de los aspectos más destacados de la escisión es que no implica la disolución con liquidación de la empresa que transfiere su patrimonio. Esto permite conservar su estructura jurídica, evitar trámites adicionales y mantener su continuidad operativa sin necesidad de cerrar para constituir nuevas sociedades.

2. No se necesitan nuevos aportes de capital

La escisión puede realizarse sin necesidad de realizar nuevas aportaciones económicas, ya que se basa en el reparto del patrimonio existente. Esto facilita el proceso y lo convierte en una solución más accesible para muchas empresas que desean reestructurarse sin comprometer recursos adicionales.

3. Las nuevas sociedades parten con experiencia y trayectoria

A diferencia de una sociedad creada desde cero, las entidades resultantes de una escisión heredan parte del conocimiento, procesos, activos y trayectoria de la empresa original. Esto les otorga una ventaja competitiva al inicio de su actividad, facilitando su posicionamiento en el mercado.

4. Protección de los intereses de los acreedores

El proceso de escisión está diseñado para que los derechos de los acreedores no se vean perjudicados. Las nuevas sociedades escindidas asumen las obligaciones correspondientes, garantizando la continuidad de las deudas y compromisos existentes, sin que esto suponga una pérdida de garantías para los acreedores.

Preguntas frecuentes sobre la escisión de sociedades mercantiles

1. ¿Es posible revertir una escisión una vez realizada?

Una vez inscrita en el Registro Mercantil, la escisión produce efectos jurídicos plenos y no puede revertirse de forma automática. Sin embargo, si durante el proceso se han cometido irregularidades, o si se ha vulnerado la normativa aplicable, cabe la posibilidad de impugnarla judicialmente, siempre que se haga dentro del plazo legalmente establecido.

En caso de que las sociedades resultantes deseen reunificarse, podrían llevar a cabo una fusión posterior, cumpliendo con los requisitos legales correspondientes.

2. ¿Se necesita el consentimiento unánime de los socios para realizar una escisión?

No necesariamente. En general, la escisión debe ser aprobada por la Junta General conforme a los quórums y mayorías exigidas por la ley o por los estatutos sociales. Por ejemplo, en muchos casos se exige una mayoría reforzada (como dos tercios del capital social).

El consentimiento unánime solo será obligatorio si la escisión afecta derechos individuales de socios (como derechos preferentes o cláusulas específicas en los estatutos), o si así lo exigen las propias normas internas de la sociedad.

3. ¿Una escisión puede afectar a contratos vigentes con terceros?

Sí. Aunque la escisión no extingue los contratos existentes, estos pueden transferirse o subrogarse a las sociedades beneficiarias del patrimonio. En consecuencia, es importante revisar los contratos vigentes, ya que algunos pueden incluir:

  • Cláusulas de cambio de control, que requieren notificación o aprobación previa.
  • Limitaciones a la cesión de derechos u obligaciones a terceros.

Ante estos casos, es recomendable analizar los riesgos contractuales antes de ejecutar la escisión, para evitar conflictos con clientes, proveedores o entidades financieras.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Llámenos sin compromiso
Scroll al inicio