La diferencia entre denuncia y querella se centra principalmente en quién puede presentarlas y el nivel de participación que implican. La denuncia es un acto mediante el cual cualquier persona puede informar a las autoridades sobre la comisión de un delito, sin la obligación de involucrarse directamente en el proceso judicial posterior. Es simplemente un aviso para que las autoridades inicien una investigación, pero el denunciante no actúa como parte acusadora.
Por otro lado, la querella es una acción formal que solo puede ser presentada por la víctima o por una persona con un interés legítimo en el caso. A diferencia de la denuncia, el querellante se convierte en parte activa del procedimiento penal, lo que le otorga derechos para participar en la investigación, proponer pruebas y estar presente en el juicio, asumiendo un papel de acusador.
La diferencia clave radica en que el denunciante no interviene como parte acusadora, mientras que el querellante sí asume ese rol. Además, la denuncia puede presentarse ante cualquier autoridad, como la policía o el ministerio fiscal, mientras que la querella debe ser presentada ante el Juzgado de Instrucción competente, con la asistencia de un abogado y un procurador. Ambos procedimientos son utilizados para iniciar un proceso judicial, pero con distintos niveles de implicación por parte de quien los presenta.
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Tabla de contenido
¿Conoces la diferencia entre denuncia y querella?
Aunque a primera vista pueden parecer términos similares, existen diferencias clave entre ambos conceptos que conviene aclarar. A continuación, te explicamos en qué se distingue cada uno.
Definición y propósito de la denuncia
La denuncia, regulada en los artículos 259 a 269 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal (LECrim), es un acto mediante el cual cualquier persona, aunque no haya sido directamente afectada, pone en conocimiento de las autoridades competentes la posible comisión de un delito.
Su principal finalidad es alertar a la policía, al Ministerio Fiscal o a los tribunales acerca de hechos que podrían constituir una infracción penal. Sin embargo, al presentar una denuncia, el denunciante no se convierte en parte activa del proceso penal, lo que implica que su participación es limitada. La denuncia puede realizarse de manera verbal o escrita, y no requiere la intervención de un abogado, ya que su objetivo principal es facilitar la investigación para que las autoridades determinen si, efectivamente, se ha cometido un delito.
La denuncia puede ser presentada tanto de forma personal como a través de un representante legal que cuente con un poder especial. En ambos casos, el documento debe ser firmado por el denunciante o, en su defecto, por la persona autorizada para actuar en su nombre. No es necesario identificar a un sospechoso, pero si el denunciante tiene información sobre un posible autor, puede incluir esos datos en su denuncia.
Una de las principales diferencias entre la denuncia y la querella es que la denuncia no requiere la intervención de un abogado o procurador ni está sujeta a la prestación de una fianza. Si la denuncia se realiza verbalmente, se levantará un acta que recogerá la declaración del denunciante, firmada tanto por este como por la autoridad que la recibe. Además, debe constar la identificación del denunciante en dicho documento. Es habitual que se entregue una copia de la denuncia al denunciante; de no ser así, es recomendable solicitarla.
Una vez presentada, las autoridades procederán a comprobar la veracidad de los hechos denunciados y, si lo consideran oportuno, iniciarán las diligencias necesarias para la investigación del posible delito.
Qué es una querella y quién puede presentarla
A diferencia de la denuncia, la querella, regulada en los artículos 270 a 281 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal (LECrim), es una acción formal que solo puede ser interpuesta por la víctima directa del delito, una persona con un interés legítimo, o sus representantes legales. A diferencia de la denuncia, la querella sí requiere la asistencia de un abogado y un procurador para su presentación. No solo informa a las autoridades sobre un hecho delictivo, sino que convierte al querellante en parte activa del proceso judicial, dándole el derecho de participar directamente en la investigación, formular acusaciones y proponer pruebas. Es una herramienta legal que otorga al querellante mayor control sobre el desarrollo del procedimiento penal.
La querella es un escrito que se presenta ante el Juzgado competente, y tiene como objetivo solicitar la apertura de un procedimiento penal para investigar los hechos denunciados. Quien presenta la querella asume el rol de parte acusadora, interviniendo activamente en el proceso.
A diferencia de la denuncia, cualquier persona, víctima o no del delito, puede interponer una querella. Sin embargo, los extranjeros solo pueden hacerlo cuando son víctimas directas del delito en cuestión.
El querellante debe manifestar su intención de intervenir como parte acusadora en el proceso judicial y puede retirarse del mismo en cualquier momento sin asumir ninguna responsabilidad penal o civil, dependiendo de la situación.
¿Cómo se presenta una querella?
La querella debe presentarse por escrito y siempre requiere la intervención de un abogado y un procurador. El escrito de querella debe incluir la siguiente información:
- Identificación del Juzgado o Tribunal al cual se dirige el escrito.
- Datos del querellante: nombre, apellidos y lugar de residencia.
- Datos del querellado: nombre, apellidos y lugar de residencia. Si no se conoce la identidad del querellado, se debe proporcionar una descripción detallada y todas las señas disponibles que puedan ayudar a su identificación.
- Descripción detallada de los hechos: especificando la fecha, hora y lugar en los que ocurrieron.
- Diligencias solicitadas: las acciones o investigaciones que el querellante considera necesarias para comprobar los hechos.
- Firma del querellante, junto con cualquier prueba o documento relevante que ayude a corroborar los hechos denunciados, o indicar dónde se pueden obtener.
Este procedimiento otorga al querellante la facultad de impulsar el proceso penal y participar activamente en el curso de la investigación.
Diferencias en el proceso judicial: Denuncia vs Querella
Una de las principales diferencias entre la denuncia y la querella es el papel que desempeña la persona que las presenta en el proceso judicial. Al interponer una denuncia, la persona actúa solo como informante del delito y no tiene control sobre la investigación o el procedimiento posterior, que queda en manos de las autoridades. Por el contrario, al presentar una querella, el querellante se convierte en parte activa en el proceso, interviniendo directamente en la investigación y, si el caso avanza, en el juicio. Otra diferencia importante es que, mientras la denuncia puede iniciarse sin abogado, la querella siempre requiere la asistencia legal de un abogado y un procurador.
Implicaciones legales y participación en el procedimiento
En términos de implicaciones legales, la denuncia no compromete a la persona denunciante más allá de informar sobre un hecho delictivo, aunque en algunos casos puede ser llamada a testificar. En cambio, la querella implica una mayor responsabilidad, ya que el querellante se convierte en parte activa del proceso penal y asume una posición más comprometida. Esta participación incluye la posibilidad de proponer pruebas, interrogar a testigos, e incluso solicitar el sobreseimiento o la continuación del proceso. Además, en caso de que el querellante retire su querella, podría acarrear sanciones económicas si el tribunal determina que ha actuado de mala fe o de manera temeraria.






