La disputa por la custodia de las mascotas en casos de divorcio puede resolverse tanto mediante un acuerdo amistoso entre las partes como a través de la vía judicial.
De acuerdo con el Código Civil, las mascotas son consideradas bienes muebles, lo que implica que cualquiera de los cónyuges puede reclamarlas.
Existen dos formas de establecer la custodia de las mascotas: mediante un acuerdo de custodia compartida o custodia exclusiva. El resultado puede variar en función de la presencia de niños, ya que, en estos casos, el bienestar de los menores puede influir en la decisión sobre la custodia de los animales.
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Tabla de contenido
- 1 Importancia de las mascotas en las parejas separadas
- 2 ¿Qué dice la ley sobre la custodia de animales?
- 3 Formas de obtener la custodia de perros en los divorcios
- 4 ¿Cómo afecta el divorcio a las mascotas?
- 5 Preguntas frecuentes sobre la custodia de mascotas en casos de divorcio
- 5.1 1. ¿Por qué es importante contar con asesoría legal para la custodia de mascotas?
- 5.2 2. ¿Qué documentos son necesarios para el proceso de custodia de una mascota?
- 5.3 3. ¿Qué factores se toman en cuenta para decidir la custodia de una mascota?
- 5.4 4. ¿Es posible establecer una custodia compartida de mascotas?
- 5.5 5. ¿Qué recomendaciones ayudan a minimizar el impacto emocional en las mascotas durante el proceso de divorcio?
Importancia de las mascotas en las parejas separadas
Las mascotas ocupan un lugar especial en nuestras vidas, convirtiéndose en miembros queridos de la familia y parte fundamental del hogar. Por eso, cuando una pareja enfrenta un proceso de separación o divorcio, el bienestar de las mascotas también se ve afectado, ya que, aunque no siempre se perciba, estos animales también experimentan emociones.
En estos casos, es aconsejable acudir a un abogado especializado en custodia compartida de animales, para llegar a un acuerdo que minimice el sufrimiento de todos los integrantes de la familia, incluyendo a las mascotas.
Durante un proceso de separación, los hijos menores y las mascotas suelen ser los más vulnerables, por lo que se intenta alcanzar un acuerdo amistoso para su bienestar. Si no es posible llegar a un consenso, las opciones disponibles son establecer una custodia compartida o recurrir a los tribunales para que determinen la mejor solución para el animal.
¿Qué dice la ley sobre la custodia de animales?
El artículo 333 del Código Civil regula la custodia de las mascotas, estableciendo que, al ser consideradas bienes muebles, pueden ser reclamadas por cualquiera de los miembros de la pareja o compartidas entre ambos.
Esto implica que las mascotas (perros, gatos, entre otros) se tratan de forma similar a otros bienes adquiridos durante el matrimonio. Sin embargo, esta reclamación no procede si el animal ya era propiedad de uno de los cónyuges antes de la separación o el divorcio.
Además, la ley contempla la posibilidad de establecer una custodia compartida en casos de divorcio o separación, reconociendo a las mascotas como seres sensibles cuyo bienestar debe ser protegido.
Formas de obtener la custodia de perros en los divorcios
En casos de divorcio en los que la custodia de las mascotas es objeto de disputa, existen diferentes alternativas para resolver esta situación. La forma de proceder dependerá de si el animal se considera propiedad conjunta de los cónyuges o pertenece exclusivamente a uno de ellos. A continuación, se detallan las distintas opciones:
1. Custodia compartida de la mascota
La custodia compartida es una opción favorable para ambas partes cuando no se logra un acuerdo amistoso. En esta modalidad, la mascota puede ser propiedad de ambos miembros de la pareja, y se establece un régimen de visitas y cuidados para el animal. Por ejemplo, la mascota podría vivir con el miembro de la pareja que tenga más tiempo disponible, mientras que el otro puede visitarla y pasar las vacaciones con ella.
Es importante tener en cuenta las necesidades del animal, ya que algunos pueden sufrir estrés debido a los traslados frecuentes. Esto es especialmente relevante para gatos, que suelen ser muy territoriales y sensibles a los cambios. La custodia compartida puede establecerse en períodos alternos, como cada seis meses, y se puede acordar que uno de los dueños pase un fin de semana al mes con la mascota. Los gastos, como atención veterinaria, vacunas y otros cuidados, se reparten al 50 %, mientras que los gastos de alimentación y peluquería los asume quien tenga al animal en ese momento.
2. Acuerdo amistoso o de mutuo consentimiento
El acuerdo amistoso es la primera opción a considerar antes de recurrir a la vía judicial. En este caso, ambas partes deciden de manera consensuada quién se quedará con la mascota, evitando así los costos, estrés y complicaciones de un juicio.
3. Custodia a través de la vía contenciosa
Si no se logra un acuerdo amistoso, es posible recurrir a acciones legales para resolver la custodia en un juicio. Sin embargo, si la mascota era propiedad de uno de los cónyuges antes del matrimonio, la otra parte no tiene derecho de reclamación sobre el animal tras la separación.
4. Custodia exclusiva
La custodia exclusiva implica que la mascota quedará bajo la propiedad de una sola de las partes, quien puede estar obligada a indemnizar a la otra por la pérdida de derechos de custodia y disfrute del animal. En el caso de matrimonios bajo régimen de separación de bienes, la custodia debería otorgarse a quien adquirió la mascota, incluso si esto ocurrió durante el matrimonio.
Para respaldar este derecho, es necesario presentar documentos que acrediten la propiedad, tales como:
- El recibo de adopción de la mascota.
- La cartilla veterinaria.
- La factura de compra.
- Cualquier otro documento que demuestre la titularidad del animal.
¿Cómo afecta el divorcio a las mascotas?
El divorcio puede afectar a las mascotas de diversas maneras, como cambios en sus horarios de paseo, posibles mudanzas y modificaciones en su alimentación debido a alteraciones en la situación económica. Estos cambios pueden resultar en problemas de adaptación para los animales, lo cual se manifiesta a través de síntomas como depresión, pérdida de apetito, nerviosismo y tristeza.
Es fundamental vigilar el estado de ánimo de la mascota para minimizar el impacto que la separación o el divorcio puedan tener en su salud. Se recomienda mantener sus rutinas y evitar cambios bruscos en sus hábitos.
Para prevenir complicaciones, es conveniente llevar a la mascota al veterinario para un chequeo que determine su estado de salud durante el proceso de separación. Esto es especialmente importante para mascotas de edad avanzada o con condiciones médicas, ya que estos animales pueden necesitar cuidados específicos.
Es importante recordar que los animales tienen derecho a su salud, bienestar, alimentación y buen trato, de acuerdo con sus necesidades específicas. Los propietarios deben estar atentos a cambios en su comportamiento, como dificultades para orinar o defecar, alteraciones en el apetito o en el estado de ánimo, y su capacidad para adaptarse a los cambios.
Paciencia y respeto son clave para ayudar a la mascota a enfrentar esta transición. Mantener su estilo de vida y evitar modificaciones en sus hábitos le brindará estabilidad y reducirá el estrés durante este difícil proceso.
Preguntas frecuentes sobre la custodia de mascotas en casos de divorcio
1. ¿Por qué es importante contar con asesoría legal para la custodia de mascotas?
La custodia de mascotas en casos de divorcio o separación puede ser compleja, ya que implica factores emocionales y legales. Un abogado experto en el tema puede asesorar y guiar durante todo el proceso para asegurar el bienestar del animal y resolver la situación de forma justa para ambas partes.
2. ¿Qué documentos son necesarios para el proceso de custodia de una mascota?
Para establecer la custodia, se deben aportar documentos como el comprobante de compra o adopción, registros veterinarios, y cualquier evidencia que demuestre quién ha sido el principal cuidador de la mascota.
3. ¿Qué factores se toman en cuenta para decidir la custodia de una mascota?
En Ródenas Abogados, evaluamos quién adquirió la mascota, quién ha sido su cuidador principal, el tiempo que cada parte dispone para el animal, y el vínculo que los hijos pudieran tener con la mascota, ya que esto también puede influir en la decisión final.
4. ¿Es posible establecer una custodia compartida de mascotas?
Sí, es posible llegar a acuerdos de custodia compartida que incluyan régimen de visitas y responsabilidades compartidas, siempre pensando en el bienestar de la mascota y evitando situaciones estresantes para ella.
5. ¿Qué recomendaciones ayudan a minimizar el impacto emocional en las mascotas durante el proceso de divorcio?
Para evitar que la mascota se vea afectada por el proceso de divorcio, se recomienda mantener sus horarios de alimentación y paseo, evitar discusiones delante de ella, y crear un ambiente tranquilo. Es útil también compartir tiempo de calidad con la mascota y, si es necesario, llevarla al veterinario para una evaluación de su salud y bienestar emocional.






